Las Jerarquías Espirituales de Luz
La
Jerarquía de Luz tiene sus propias leyes cósmicas.
Todas
las Escuelas de Sabiduría han recibido estos conocimientos para
poder evolucionar. Es sabido ya que la conexión y comunicación con
seres de otros lugares y planos dimensionales era algo habitual entre
los componentes de nivel superior de las Escuelas.
Estos
que ocupaban un lugar más alto jerárquicamente, debían velar y
salvaguardar el conocimiento y evitar que cayesen en manos que por
ansias de poder personal quisieran utilizarlo a su favor. Es por ello
que la humanidad siempre ha tenido miedo a los seres que han
desarrollado sus capacidades psíquicas de manera descontrolada.
Los
ataques a las mentes y a los cuerpos de épocas pasadas se
produjeron. Lamentablemente hoy en día también ocurren.
Aunque la
Jerarquía de Luz tratan por todos los medios de hacerlo salir a la
luz para evitar daños en terceras personas, normalmente inocentes y
que distorsionan el camino de los que atacan. En ocasiones, tan solo
son víctimas de las que aprovecharse por algún motivo, sea
económico, por poder, por competitividad, celos e incluso por capricho
pues la maldad disfruta en su energía...
Las
escuelas de misterio igual que cayeron en la oscuridad también
fueron destruidas, en la mayoría de las ocasiones por la misma
Jerarquía que las había creado en sus épocas de Luz. Existe todo
un protocolo a nivel jerárquico, a nivel espiritual, de seres
muchísimo más evolucionados que protege el conocimiento. Son ellos
precisamente los que traen ese conocimiento, pero no solo lo traen
sino que también se responsabilizan de que ese conocimiento esté
salvaguardado y no caiga en manos inconscientes.
Este
protocolo busca incluso proteger a los propios implicados que muchas
veces en su ascenso de poder no tienen la suficiente mirada
autocrítica y pueden llegar a destruirse ellos mismos. Por ello es
necesaria esta intervención como prevención de males mayores.
La
magia negra y la manipulación una vez entran en una fraternidad es
muy difícil de erradicar. La magia suele entrar por enquistamiento
de poder, por seres que no dominan sus ansias de poder y de
dominación. Rara vez se ha conseguido extinguir desde dentro pues
parte del poder se ha corrompido. Cuando se observa que ya no va a
ser posible el cambio, entonces se procede a la destrucción con
palabras y amor de aquello que se cree indestructible y poderoso. Los
hombres juegan a ser Dioses. Es un gran peligro para el hombre la
adquisición de poder. Primero la Jerarquía Espiritual les avisa en
distintas ocasiones, se les avisa de que necesitan modificar sus
conductas. Hay un número de avisos y se proporciona tiempo para que
reflexionen. Si siguen reincidiendo en los mismos comportamientos, se
toma la decisión de retirarles el poder.
Esto
es así desde que se vio que dejando que las cosas siguieran su curso
solo provocaba que muchos seres sufrieran sin ninguna protección
generando mayores heridas sobre todo en las almas con más virtudes
internas desarrolladas. Esto es debido a que un alma con virtudes
como la bondad, la generosidad, la empatía sufrirá mucho en ese
proceso mientras que el alma maligna no siente y no tiene empatía
por el prójimo.
Las
grandes caídas de la Atlántida y del Antiguo Egipto mostraron que
solo se generaba más karma, más registros en los cuerpos
energéticos de las personas permitiendo que la situación se
resolviera por si sola. Es por ello, que se tomó la decisión de
intervención en aquellas situaciones en las que se pasaran los
límites establecidos.
Eso
es porque la Tierra forma parte de la Unión de Mundos del Cosmos y
debe ser protegida para mantener el equilibrio en este Universo.
Se
decidió que no se podía permitir el daño intencionado en aquellas
instituciones o formaciones como asociaciones, fraternidades que
hubieran sido instruidas.
La
Jerarquía Espiritual necesita personas comprometidas con el servicio
y la labor de propagación de la sanación y sobre todo de la Verdad
Espiritual que rige en toda evolución. La mentira, el engaño, la
persuasión, no son características de un líder de la Jerarquía
ni de representantes de ella.
Es
por ello que en la actualidad, la Jerarquía supervisa todos los
trabajos espirituales y contacta con aquellos aspirantes que tienen
verdaderos deseos de servir.
Es
por ello que muchas almas que tienen capacidades de visión,
comunicación con los mundos sutiles y capacidades psíquicas
prefieren encarnar en vidas humildes y desarrollar desde ahí su
servicio pues la tentación por el poder será menor y pueden
desarrollar otro tipo de servicios.
Es
importante recordar que como méritos espirituales se considera el
desarrollo de virtudes y llevar estas virtudes a la acción. Es
necesaria la acción en la Tierra. Con acción habrá cambios y
desarrollo en el humano y en toda la Tierra. El no actuar solo lleva
a que todo siga igual. Ser espiritual no es estar en silencio y no
hacer nada. Ser espiritual es vivir la experiencia de ser humano. Y
para eso te han dado unas piernas, unos brazos, una mente...Úsala y
decide por ti mismo qué está bien y qué está mal. Dónde está el
equilibrio de la balanza. No permitas que otros te guíen
asegurándote dónde está el bien y dónde está el mal. Eso ya
pertenece a épocas antiguas. El momento es ahora. Vive tu vida, haz
el bien, habla bien de todos y sé justo, equilibrado y armonioso con
todos. Los cambios de conciencia siempre causan desequilibrios.
Desequilibrios para equilibrar. El camino espiritual, el camino del
Yo es un camino de cambios, donde hay crisis y de esas crisis uno
sale renovado, con ideas nuevas y con una nueva presencia. Ha habido
una apertura de conciencia. Sin crisis, sin cambios, sin sorpresas no
hay camino espiritual. El camino espiritual exige cambios en la vida
terrenal, cambios físicos, reales. Si realmente deseas avanzar
espiritualmente, en la manifestación de tu espíritu eso va a exigir
de ti más que asistir a unos cursos, a unas sesiones de terapia. Va
a exigir que te mires a ti mismo de verdad, te reconozcas y
desarrolles todo tu ser, con tus dones. Manifestar la belleza y la
verdad única de ti mismo. Adelante.